Tratamiento Duelo Infanto Juvenil

¿Qué es el duelo?

El duelo es un proceso muy personal que en lamayor parte de los casos nos resulta difícil superar, además es importante aclarar que cuándo un duelo normal se convierte en duelo complicado puede ser difícil de superar sin la ayuda de un profesional.

Actualmente, no hay consenso entre los expertos de la salud mental sobre cuánto tiempo debe pasar para que se diagnostique un duelo complicado.

Es importante estar atentos a que un duelo pueda considerarse complicado cuando su intensidad no disminuye en los meses posteriores a la muerte del ser querido. Algunos profesionales de salud mental diagnostican duelos complicados cuando la aflicción continúa siendo intensa, persistente y debilitante incluso después de 12 meses.

¿Qué factores marcan el proceso de duelo en un niño?

Para adentrarnos en el tipo de tratamiento del duelo que debemos ofrecer, hay que tener en cuenta:

  • El tipo de vínculo que pueden establecer los pacientes con objetos o personas en función del estilo de apego o los recursos y habilidades para enfrentarse a la pérdida.
  • El contexto social y cultural, ya que la vivencia de la muerte es un gran motivo de tristeza en culturas como la occidental, pero se vive con plena alegría en algunas regiones asiáticas y africanas.
  • La capacidad madurativa de la persona que pierde a un ser querido, pues para muchos niños la muerte es un proceso de “retorno” y les cuesta comprender que la persona fallecida no puede regresar.

¿Cómo podemos hacer más fácil el proceso de duelo en un niño?

Hay distintos factores que pueden influir en el proceso de duelo en un niño. Si bien no hay una pauta de cómo acompañar en el proceso del duelo, sí podemos evidenciar formas para hacer más fácil el proceso. Entre algunos consejos sobre cómo actuar para ayudar al niño en el proceso de duelo podemos mencionar con mayor énfasis el hecho de contar el acontecimiento lo antes posible, adaptando el lenguaje dependiendo la edad del niño y estar atento al sentimiento con el cual enfrentan la situación (rabia, pena, orinarse en la cama al dormir, entre otros).

También es bueno mantener las rutinas y explicarle que las cosas pueden ser distintas de ahora en adelante. Es importante estar atento qué ámbitos de la vida del niño se está viendo afectada desde la pérdida del ser querido. Ayuda mucho también que expresemos lo que sentimos sin miedo para que no aprendan a «congelar» sus emociones. Bajo este mismo hilo es recomendable un ritual de despedida respetando sus deseos en cuánto a cómo atravesar el proceso.

Conoce nuestros especialistas

María José Andrade

Psicóloga Infanto Juvenil – Atención de 13 a 25 años

Psicóloga infanto juvenil, experiencia en intervención terapeutica en contextos psicosociales desde un enfoque relacional y sistémico.
Experiencia y formación: intervención en crisis, género, trastornos de apego, daño emocional por vulneración de derechos y trauma complejo.
Diplomados en Intervención en crisis y Psicodiagnóstico clínico infantil en la UC.