Hay ciertas preocupaciones que no merecen el diagnóstico de disfunción sexual. El diagnóstico se basa en ciertos criterios como la edad y la experiencia del individuo, la frecuencia y cronicidad del síntoma, el malestar subjetivo y las consecuencias sobre otras áreas de actividad del individuo. Se debe considerar a su vez el bagaje étnico, cultural y religioso, lo que influye en aspectos como el deseo sexual, sus expectativas y actitudes frente a las relaciones sexuales y el proceso de salud/enfermedad.
La causa de las disfunciones sexuales pueden ser de índole fisiológica, psicológica o por influencia de ambas. Frecuentemente para tratarlas se requiere de un tratamiento multidisciplinar. Pueden deberse a enfermedades somáticas tales como hipertensión arterial o diabetes mellitus. En otras ocasiones pueden estar relacionadas con problemas psicológicos y psiquiátricos como alcoholismo, cuadros ansiosos o depresivos. También pueden verse influidas por problemas interpersonales o estrés.
Tipos de disfunciones más comunes
- Disfunción eréctil: Incapacidad recurrente para conseguir y mantener una erección apropiada hasta el término de la actividad sexual, lo que dificulta que se lleve a cabo de manera satisfactoria
- Eyaculación precoz: Eyaculación recurrente como respuesta a una estimulación sexual mínima. Esta puede darse antes o durante la penetración, antes que la persona lo desee
- Eyaculación retardada: Es un trastorno en el cual se requiere de mucho tiempo de estimulación para que el hombre alcance el clímax y libere semen
- Aneyaculación: Incapacidad para liberar semen. Con esta condición el hombre puede producir esperma, pero no puede expulsarla durante la eyaculación normal
- Dolor durante la eyaculación: Ocurre cuando se experimenta dolor durante o después de la eyaculación, ya sea en el pene, vejiga o recto. El dolor puede durar unos minutos o hasta 24 horas después del acto, puede ser leve, moderado o intenso
- Deseo sexual hipoactivo: Cuando se experimenta poco o nada de deseo sexual y genera preocupación o malestar en el individuo que lo experimenta
- Trastorno por aversión al sexo: Aversión extrema y recurrente hacia prácticamente todos los contactos sexuales genitales con una pareja sexual. Este trastorno genera malestar en el individuo y dificultades en las relaciones interpersonales.
- Adicción al sexo: Conducta muy compulsiva, tendencia involuntaria, irrefrenable, repetitiva sin mediar mayor reflexión, de mantener relaciones sexuales y que genera una considerable sensación de insatisfacción
- Anorgasmia: Dificultad para alcanzar el orgasmo después de una amplia estimulación sexual
- Vaginismo: Contracción involuntaria de los músculos que rodean el tercio externo de la vagina y músculos perineales lo que implica dificultad o impedimento de llevar a cabo la penetración. Esto debe ser persistente y recurrente.
- Dispareunia: Dolor persistente y/o recurrente experimentado en los genitales durante el coito.
¿Cómo se tratan las disfunciones sexuales?
Tal como se expresó anteriormente, su tratamiento requiere que sea multidisciplinario, porque las posibles causas pueden radicar en problemas fisiológicos y/o psicológicos, por lo que, dependiendo del caso, se hace necesario un tratamiento con endocrinólogo, ginecólogo, urólogo, psicólogo o psiquiatra. Esto con el fin de recibir tratamiento con fármacos y/u obtener herramientas para enfrentar las dificultades asociadas.
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