El autocontrol es la capacidad que posee el individuo de dominio sobre sí mismo. Es una habilidad vital para poder desempeñarse bien en la vida. La carencia de autocontrol puede llevar a distintas dificultades como problemas de comportamiento que desembocan en sanciones, sentimientos de culpa y frustración constantes, entre otros.
La tolerancia a la frustración es la capacidad de afrontar el no cumplimiento de objetivos, deseos o las dificultades y limitaciones de llevar a cabo lo que queremos. También implica poder enfrentar las incomodidades y molestias que las frustraciones generan.
¿Cómo ayudar a un niño a tolerar la frustración?
Cuando los niños son pequeños, no saben como regular y expresar sus emociones apropiadamente. Las emociones surgen de manera espontánea sin mediar decisiones conscientes, por lo que es más fácil desbordarse y perder el dominio de sí mismos, lo que conlleva a tener dificultades de pensar antes de actuar. Es decir, los niños tienen poca capacidad de autocontrol y tolerancia a la frustración.
El poco autocontrol y la baja tolerancia a la frustración puede llevar a los niños pequeños a hacer berrinches. Es normal que los niños entre 1 a 4 años hagan berrinches, por lo que una de las tantas tareas de crianza es poder enseñar y orientar a los niños a expresar de manera más adecuada lo que sienten.
¿Cómo lograr la tolerancia y el autocontrol?
- Contribuir a la detección de emociones: Es preciso poder enseñarle al niño cómo identificar lo que siente, por ejemplo, definiendo los signos que hacen dar cuenta que se está experimentando tristeza.
- Validar emocionalmente: Es necesario hacerle entender al niño que en ciertos momentos está bien sentir emociones específicas como ira, sin embargo que hay otros modos para hacerle frente.
- Mantener una rutina: Es importante generar hábitos y establecer reglas, para que el niño sepa que se espera de él.
- Establecer límites: Enseñar lo que está bien y lo que está mal, que es aceptable y que no, que se puede negociar y que no se puede transar.
- Establecer reglas claras: es preciso enseñar reglas concretas, entendibles y hacerlas cumplir. También es necesario poder hacer entender al infante que toda acción tiene sus consecuencias.
- Enseñar con el ejemplo: Es preciso que los padres orienten su comportamiento al autocontrol, eviten pelear frente a los niños y se muestre con hechos concretos como poder comportarse y expresarse con mayor asertividad.
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