El cáncer de mama es una enfermedad heterogénea que se origina debido a una progresiva acumulación de anomalías genéticas en el sector de los senos. Se manifiesta frecuentemente en mujeres y existen variados factores que detonan en su aparición y desarrollo, entre ellos está la predisposición genética, factores hormonales, edad, antecedentes de cáncer familiar, proliferaciones benignas y factores ambientales.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2020 hubo más de 2,2 millones de casos, entre las que fallecieron cerca de 685.000 mujeres, debido a esta enfermedad. La posibilidad de sobrevivir a esta enfermedad depende en gran parte del diagnóstico prematuro del cáncer.
¿Qué emoción causa el cáncer de mama?
Sin duda, recibir un diagnóstico de cáncer de mama tiene efectos psicológicos y emocionales estremecedores, sin embargo, la manera en que se afronta la enfermedad depende de las características que presenta el cáncer, aspectos personales y subjetivos de cada paciente.
Luchar contra una enfermedad de estas características exige orientarse sobre el cuidado de la propia salud física y mental, procurando tomar más resguardos de lo que se tomaría normalmente. La mayor parte de las pacientes experimentan ansiedad, incertidumbre, miedo, y en la mayoría de los casos finalmente surge un estado de esperanza. Es normal también percibir una sensación de vulnerabilidad, confusión y preocupación por la salud y el futuro.
Es común experimentar miedo ya que suele asociarse el cáncer con la muerte, sin embargo ese miedo tiende a disminuir frente a distintos factores como la esperanza de supervivencia y contención de los seres queridos. Respecto al miedo o preocupación por la muerte, puede guardar relación con la intranquilidad de dejar solos a nuestros seres queridos y tener proyectos de vida pendientes.
La enfermedad se puede percibir como estresante, ya que sin duda implica una pérdida y una amenaza, además, a veces surge la idea de la incurabilidad y de la muerte, por lo tanto, las consecuencias que se pueden imaginar, tendrían que ver con una posible mutilación, presencia del dolor, efectos secundarios del tratamiento, los costos económicos y cambios a nivel laboral, familiar y social.
Existe la posibilidad de que se viva el cáncer como algo desbordante, esto sumado a estrategias de afrontamiento inefectivas, llevan como consecuencia a problemas de ansiedad o depresión.
Como en todo padecimiento las pacientes tienden a ser más pesimistas y otras más optimistas. Las primeras tenderían a alejarse de situaciones o condiciones ambientales que le producen dolor o ansiedad, en comparación con las segundas, que se orientarían más al afrontamiento a las situaciones y vivencias internas relacionadas con la enfermedad. Hay pacientes que intentan no pensar demasiado en la enfermedad, con el fin de realizar otro tipo de actividades, evitar llevar a cabo tratamientos invasivos, mientras que otros realizan todo lo indicado a cabalidad y buscan apoyo social.
¿Cómo se trata el cáncer de mama?
Cuando el padecimiento de cáncer de mama es percibido como una situación que implica desborde emocional, es útil el tratamiento psicológico, ya que otorga un espacio de contención y validación emocional para que la paciente pueda expresar sus pensamientos y emociones, además contribuye a que la paciente pueda convivir de una manera más llevadera con la enfermedad y logre reorganizar su vida.
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