La pubertad es definida como la primera fase de la adolescencia, que se caracteriza por el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios y se adquiere la capacidad de reproducción. Suele ocurrir aproximadamente entre los 10 a los 14 años de edad. La adolescencia por su parte, se comprende desde la pubertad hasta el inicio de la edad adulta, cuando se ha completado el desarrollo del organismo.
El niño y la niña al enfrentarse a los cambios biológicos tales como crecimiento de partes del cuerpo específicas, los lleva a una reestructuración de la imagen corporal. El cuerpo puede ser objeto de bastante preocupación, debido a que puede facilitar cierta vulnerabilidad ante comentarios, prejuicios o estereotipos. La pérdida del cuerpo infantil exige dejar atrás las modalidades de ajuste de la niñez y encontrar nuevas orientaciones de comportamiento.
¿Cómo influye la amistad en la pubertad o adolescencia?
Los amigos se tornan cada vez más cruciales ya que los adolescentes tienden a buscar reconocimiento por parte de sus pares y fortalecimiento de identidades. Los padres siguen siendo sumamente importantes y los adolescentes buscan su comprensión y apoyo, aunque aquello se enfrenta con deseos de mayor autonomía e independencia.
Las preocupaciones psicológicas giran en torno a la afirmación personal y social, además afloran las vivencias del amor. La afirmación personal y social se ven influidas por la exploración de capacidades sociales y el apoyo por parte del grupo de pares. La relación entre pares permite afirmar la identidad y contribuir en los procesos de independización y diferenciación respecto del grupo familiar.
Cambios psicológicos en la pubertad
El desarrollo intelectual lleva consigo nuevos recursos para la diferenciación de identidad y replanteamiento de la relación con el mundo. Amplía su perspectiva de los acontecimientos gracias a la adquisición de la capacidad de abstracción. Comienzan a pensar aspectos que se les enseñó, a cuestionarlos, aprender y adquirir otros valores. En este proceso surgen también otros intereses, preocupación por asuntos de carácter social y la exploración de capacidades personales en función de la búsqueda de autonomía.
La comunicación constructiva con los adultos, tan necesaria para contribuir a que el adolescente pueda enfrentarse al mundo que lo rodea, se ve facilitado por el respeto y la escucha mutua. Es importante que el adulto cuidador escuche, reconozca, establezca límites y oriente al adolescente, en función de la adquisición de autonomía, como también que lo ayude a auto descubrirse, construir su camino y proyecto de vida de acuerdo a sus convicciones.
¿Cómo la psicología podría ayudar a los adolescentes?
En terapia individual el adolescente trabaja directamente con el terapeuta para hablar y analizar sus problemas. El psicólogo adecuará el espacio de terapia para que pueda hablar de lo que el adolescente está viviendo, con el fin de que exprese sus pensamientos y sus problemas. Durante la intervención psicológica, los adolescentes reciben apoyo emocional para que sean capaces de resolver conflictos con otras personas, entender sus propios problemas y emociones, así como generar nuevas respuestas ante sus conflictos internos.
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